Sobre la colina

Blog mío, que tirado te tengo, la cuestión no es el tiempo sino la administración del mismo. Casi que no vivo en la semana por que no me dan ganas de escribir ni de tocar ni de hablar con la gente que hablo regularmente por msn, tengo ganas de mi tiempo cuando llego, ganas de escuchar musica, leer, jugar con mi notannuevo perro, en fin, esta rutina empieza a desgastarme. No entiendo a veces la necesidad de trabajar tanto tiempo en un mismo lugar sin hacer un mínimo progreso, trabajando todos los días, aguantándose gente bastante inmadura para la edad que puedan tener, viendo inmadurez alrededor y enterarse de las situaciones limites en las que viven tus compañeros de laburo, que sin querer queriendo te meten en esa situación límite por más que trates de escapar de ella, o ya sea un capítulo cerrado en tu vida.
Negativismo todo alrededor. Cuando ya enumeraste lo negativo es hora de lo positivo, mi plata, mi mínima independencia, comprar mis cosas. Por ejemplo, me compre el pie de la guitarra -cuenta pendiente hace rato-, mañana quizás me compro una bici y así ahorrar y gastar en cosas que quiera.
Que diferencia no? siempre es así me parece, no nos damos cuenta de las cosas positivas, o quizas no tienen el suficiente significado para nosotros como si lo tienen los negativos, por eso enumeramos más la negatividad, y lo positivo queda reducido a 3 renglones, 3 líneas, 3 cosas, 3 ideas, más menos. Cuestión del ser mismo. Pero el lado positivo del lado negativo es cambiar darse cuenta de las cosas negativas y modificarlas si esta a nuestro alcance. Todo cambio trae algo bueno, mmm siempre termino en lo mismo, me aburro a mí mismo a veces. Cambiando de tema estoy por terminar rayuela, me falta el ultimo capítulo (dentro de la forma "normal" de leer un libro) que por lo que espíe tiene bastantes hojas, por suerte ya me adquirí otros dos libros para cuando termine este, por que no se si lo voy a leer en la forma rayuelística. Compre un libro de Sábato y uno de Nietzsche, los descubriré de a poco, dejandome atrapar, como con cada libro que leo.